PRESENTACIÓN LIBRO LUIS MUSA
“EL ASOMBROSO NUMERO DE LA MUJER FLECHA”
Lo primero que tengo que decir de Luis es que es mi AMIGO.
(He compartido con él conversación, viajes, cursos, formación, terapia, enfermedad, plenitud, afecto y sueños)
A golpe de Pasión ha construido SU VIDA y a ritmo de Deseo ha visto cumplido un sueño: escribir esta Novela “El asombroso número de la mujer flecha”.
Puedo decir que Luis escribe antes de que aprendiera a escribir, Sueña desde que estaba en el limbo del líquido amniótico, Ama desde que le dieron la Luz. Apasionado como nadie al cine y sus imágenes está poblado por un imaginario poderoso, se puede decir que es un lector de imágenes, mas que un lector de libros, como también se podría decir de él, que es un vividor de deseos.
¿Jugamos a las tinieblas? Le pregunta Arquímedes a Zenón al poco de empezar la novela, y esto es lo que hace Luis con su libro, atreverse a jugar a las tinieblas, ponerse la venda en los ojos o no ponérsela y apagar la luz cegadora para ver con claridad las sombras. Las sombras que le acechan y le piden una cara, un nombre, un cuerpo, un olor, un movimiento, un lugar, una Pasión para desenredar sus afectos.
Así es como creo yo, que nacieron los personajes de este libro, así es como el mismo autor lo describe en sus páginas: “Ámame, lo dice la cera de la vela que se está consumiendo y aún consumidos, lo claman a gritos muchos de los personajes- los secundarios a la misma altura que los de primer orden- que buscan lo que de manera desconsolada pudiera parecer un atisbo de luz y de refugio. El desconsuelo campa a sus anchas por el blanquinegro de las páginas. Por eso que nuestros protagonistas lloren y mucho, para pasar cuanto antes lo que les ha sucedido en sus vidas…”
“Nuestra belleza dándose de golpes junto a nuestra monstruosidad” Este sería el espejo al que nadie quiere mirarse y el que esta presente permanentemente en la Vida, y en este Libro. Como los personajes de esta novela a veces hemos roto espejos para no mirar el otro lado, hemos huido del fondo de los pozos para no vernos reflejados, incluso hemos soñado con ver en el fondo de una taza otra cara distinta a la que nos está mirando.
Sin embargo, Luis Musa nos muestra que hay está la verdad, en las dos caras de una misma moneda, y que en el doblez o el canto de esa moneda, están los miedos, los miedos infinitos a ser quién somos, a saber lo que no somos y a transitar por el transito de nuestras aguas y nuestras mareas.
Ginger y la Mujer Barbuda son dos o son una, este es el juego de identidades que nos propone “El asombroso numero de la mujer flecha”.¿Quiénes somos? ¿Cuántas vidas vivimos a la misma vez?, ¿Cuántas Gigers esconde un alma?, ¿Cuántas mujeres barbudas habitan en las grietas que tapamos para que no entre la luz?.
Somos lo que hacemos, lo que amamos, lo que escribimos, lo que no nos atrevemos a escribir, lo que no hacemos, lo que odiamos. Somos la contradicción, el enigma, lo hecho y lo que está por hacer, a veces por tanto pretender hacer, ni Somos.
Me pregunto de dónde viene el Aliento creativo, de dónde ha venido esta necesidad de este libro…quizás de un quiebro, de un crujido, de miles de grietas, de una catarsis, de un cúmulo de enredos por desenmarañar, de querer estrenar cada día, de esperar a ser leído, a ser contado, a ser encontrado, del atrevimiento de tomar riesgos, de la necesidad de Respirar.
Escribir, es un acto creativo como puede serlo danzar, actuar, pintar...por lo que a la vez es un acto de riesgo, de entrega, de duda, de desequilibrio, de generosidad compartida que nos invita como espectadores a formar parte de la obra que estamos leyendo y a convertirnos en cocreadores de ella. En la medida en que nos dejamos Sentir, salimos tocados por el Arte en el que participamos.
Quizá por eso… su energía, la energía de Luis Musa, siempreviva, fue más viva que nunca en los años en que tuvo que estar parado, esperando y así la esperanza tuvo quién la esperaba. Esta energía alimentada por las limitaciones físicas que querían matarla, como el buen toro de lidia, creció con en el cautiverio alentada por las ganas de VIVIR, que no son otras que las ganas de no estar sordo, ni mudo, ni ciego ante el Mundo cuando el mundo te sigue tocando. Podemos decir tomando las palabras de Eduardo Galiano que Los mapas del alma no tienen fronteras como los mapas del Arte.
Luis Musa ha querido Ser escribiendo: cada uno de los personajes que nos muestra en su obra; cada uno de los recovecos que esconden sus historias; cada arista de la estrella; cada pentagrama de la música que no se oye ; el circo que sostiene a la mujer barbuda y sus ilusiones de humo, la melena luminosa de Ginger y su maleta de desencantos; el mago que hace desaparecer una jaula por el túnel de su mano; Arquímedes tragando sables y clavándolos profundo en su garganta, Anastasio perdido en el laberinto del amor ,el desamor y el deseo; los campos de la Mancha preñados de viñas ; Macaría y sus ojos de azul atlántico centelleando dentro de un bolsillo repleto de canicas; el vagón del tren de la espera; Negrita y su frágil funambulismo de sueños, el hilo del yoyo de imágenes que Zenón pliega y despliega buscando a su madre.
Deseando Amar y que les amen están todos los personajes de esta obra y como todos, a veces se quedan parados, a veces se mueven demasiado, a veces se lanzan al vacío, a veces se arriesgan y otras muchas veces se arrastran. El Amor como gran protagonista se hace presente con todas sus calidades, con todos sus recovecos, habitaciones y adosados.
Y así vamos desplegando las hojas del libro y aparece el Amor atrevido, el amor huidizo, el amor vencido, el Amor volador, el amor que mira y se hace espectador, el Amor caprichoso, El amor esquivo, El amor fabulador, el Amor calculado, el Amor desparramado, El amor equilibrista, El amor mutante, El Amor ansioso, el Amor desorbitado, el Amor que ama, El Amor.
Nos encontramos con personajes de Fantasías calculadas, personajes camuflados tras una mascara, una barba y una carpa, personajes precipitados que desgranan los secretos sin esperar a que el tiempo con su proceso los marchite. Personajes que dejan estelas a su paso con miles de aristas por donde no poder pasar y personajes sinceros que se dedican a sudar de lo lindo para encontrar un lugar en el mundo mientras lloran lagrimas de almíbar, personajes que no pueden parar y tienen que hacer de lo que no son.
Tenemos a una Ginger que se atreve a sentir y decir: “déjame que te atrape los ojos, más si cabe, me voy a hacer porque puedo la absoluta dueña de tu mente”, a un Anastasio embriagado, que se quedaría todo el rato posible apretujado a el tesoro con el que aquella mujer estaba coronando su mirada pero que sin embargo, se quiebra con la verdad de la Mujer Barbuda. Y por otro lado, tenemos a esa Mujer barbuda, Marcelina, de carne y hueso que no se atreve a Sentir y anula toda Emoción por miedo a no saber desenredar la madeja de los afectos.
Se abre el Telón, se sube la carpa del circo, se enciende el motor de las cámaras, se despliega la primera página del libro. Comienza la función, la película, el circo, el libro. Los diálogos ya están ensayados, los decorados a punto, el vestuario planchado, los actores preparados…Empieza el Espectáculo.
Aparece Zenón y su memoria va escribiendo el relato, como dice el autor, su memoria como toda memoria es selectiva, inexacta, redundante en algunos hechos y continuamente fabuladora.
Zenón pretende encontrar a su madre y la circunstancia en el caso de Zenón como nos aclara Luis en sus notas de autor se acentúa “riza el rizo porque nada es ordinario en su mundo todo se presenta como extraordinario o excesivo; ¿Su madre es Ginger o la Mujer Barbuda?, ¿Su padre es Anastasio o es un tronco de higuera?
Asistimos así, una y otra vez, como en el circo, a retazos de vidas que parecen cuentos ¿O al revés, nos cuentan cuentos que simulan vidas?- Unas con otras se superponen, clavan la medida aproximada de lo que pudiera habitar en cada uno de nosotros.”
Y Se cierra el telón, se baja la carpa del circo, se apaga el motor de las cámaras, se pliega la última página del libro, termina el espectáculo, se pararan los tornos, las fabricas de sueños, los talleres de Teatro, las cocinas acaban la cocción del caldo, AHORA ERES TÚ, SOIS VOSOTROS los que tenéis la última palabra, los que tendréis que conjugar la emoción de este libro.
El final llega y por ser fiel a la última, ultimisima frase del libro:
“La pregunta es ahora si ha valido la pena.- ¿El qué?-. Vivir o preguntarse.”
Con toda mi pasión por tu Arte
y todo mi cariño por lo que te atreves a Ser.
Begoña
Luis, te he perdido cuándo apenas si estaba conociéndote, yo me lo perdí.
ResponderEliminarTu primo Merin....DESCANSA EN PAZ