Resurgiendo del horror bélico, los artistas europeos deseaban recuperar el orden, la organización racional y los valores perdurables, en contraste con el prebélico énfasis de innovación a toda costa. Como consecuencia, durante el período de entreguerras, el equilibrio y la contundencia de las formas clásicas engendró una fusión de modernidad y antigüedad, alejándose de los espacios bidimensionales abstractos y de la fragmentación del Cubismo, el Futurismo, el Expresionismo y otros movimientos de vanguardia de principios del siglo XX.
De Léger a Dix
En resumen, Caos y clasicismo, que hasta el 9 de enero fue expuesta en el Solomon R. Guggenheim Museum de Nueva York (ver vídeo), es una muestra centrada en la estética clasicista que siguió a la inmensa destrucción de la Primera Guerra Mundial, examinando el período de entreguerras y sus manifestaciones artísticas más destacadas en Francia, Italia, Alemania y España: el sueño poético de la Antigüedad de la vanguardia parisina de Fernand Léger y Pablo Picasso; el renacimiento politizado del Imperio Romano bajo Benito Mussolini con artistas como Giorgio de Chirico o Mario Sironi; y el utopismo funcionalista de la Bauhaus y el clasicismo de la exaltación de la raza aria, bajo el naciente régimen nacionalsocialista en Alemania, con artistas como Oskar Schlemmer y Otto Dix. La presentación se verá ampliada en el Museo Guggenheim Bilbao con una selección de artistas españoles que ilustrarán la situación previa a la Guerra Civil.
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